Pepa fue una gatita que llegó a nosotros en un estado muy delicado, con una insuficiencia cardíaca que hacía que acumulara líquido y se sintiera débil y cansada. Con el tiempo, logramos estabilizarla y darle una nueva oportunidad. Poco a poco, Pepa fue demostrando la paz y dulzura que tenía dentro, dejándose mimar y recibiendo su medicación sin quejas.
Durante meses, su carácter tierno y tranquilo nos fue enamorando, y aunque sabía que su tiempo sería limitado, ella supo llenarlo de momentos de paz y gratitud. Después de mucha lucha y de demostrar cada día su fortaleza, Pepa nos dejó. Ahora imaginamos a Pepa libre y feliz, corriendo y jugando en el cielo con otros gatitos, rodeada de la paz que tanto se merece.
Pepa fue una gatita que llegó a nosotros en un estado muy delicado, con una insuficiencia cardíaca que hacía que acumulara líquido y se sintiera débil y cansada. Con el tiempo, logramos estabilizarla y darle una nueva oportunidad. Poco a poco, Pepa fue demostrando la paz y dulzura que tenía dentro, dejándose mimar y recibiendo su medicación sin quejas.
Durante meses, su carácter tierno y tranquilo nos fue enamorando, y aunque sabía que su tiempo sería limitado, ella supo llenarlo de momentos de paz y gratitud. Después de mucha lucha y de demostrar cada día su fortaleza, Pepa nos dejó. Ahora imaginamos a Pepa libre y feliz, corriendo y jugando en el cielo con otros gatitos, rodeada de la paz que tanto se merece.
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